Bienvenido a Osnabrück, la “Ciudad de la Paz”. Hacia el año 780, Carlomagno, rey de los francos, erigió una iglesia de piedra a orillas del río Hase, núcleo de la actual Osnabrück. El nombre deriva presumiblemente de las palabras del bajo alemán “Ossen” (buey) y “Brügge” (puente). El emperador Federico Barbarroja le concedió oficialmente derechos de fortificación en 1157 y la mayoría de estas fortificaciones medievales aún son visibles en la ciudad vieja. Desde 1412-1669, Osnabrück formó parte de la Liga Hanseática, una alianza de ciudades comerciales que transformó la ciudad en un rico centro comercial.
El capítulo más famoso de la historia de la ciudad es la “Paz de Westfalia”. Aquí se firmaron una serie de tratados de paz que pusieron fin a la Guerra de los Treinta Años. La paz se proclamó en octubre de 1648 desde el ayuntamiento y tendría un impacto significativo en la historia europea. La ciudad está situada en medio de un Geo Parque de la UNESCO, de 1.220 kilómetros cuadrados de superficie total que es reserva natural, lo que ofrece una oportunidad de oro para practicar ciclismo o senderismo en el campo. Contempla la zona peatonal flanqueada por preciosas casas de arenisca con entramado de madera del siglo XV, rematada con un monumento de guerra a los soldados que lucharon en Waterloo. El palacio de la ciudad fue también el lugar de nacimiento del rey Jorge I de Inglaterra. Osnabrück también es conocida entre los amantes de la literatura y el arte por las obras de algunos de sus hijos, Erich Maria Remarque y Felix Nussbaum.